Artistas y comisarios se reúnen detrás del Palacio de Tokio en medio de críticas por 'wokismo' »

Artistas y comisarios se reúnen detrás del Palacio de Tokio en medio de críticas por 'wokismo' »

Jean Dubreil | 14 may 2024 2 minutos de lectura 0 comentarios
 

Casi 200 artistas, curadores y críticos han apoyado el Palacio de Tokio después de que un patrocinador denunciara al museo por una exposición sobre Palestina, diciendo que promovía el "despertar". Este apoyo tomó la forma de una carta abierta publicada en Le Monde, enfatizando la importancia de la libertad de las instituciones culturales para participar en el intercambio de ideas.

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En una importante muestra de solidaridad, cerca de 200 artistas, curadores y críticos apoyan al Palacio de Tokio tras la retirada pública de un mecenas tras acusaciones sobre la postura política del museo. Esta controversia estalló cuando un antiguo partidario cortó públicamente sus vínculos con el museo con sede en París por albergar una exposición que abordaba cuestiones relacionadas con Palestina.

Una carta abierta, publicada inicialmente en Le Monde y ahora distribuida por el DCA, una red de museos de arte contemporáneo franceses, expresa preocupación por las amenazas a las “libertades institucionales” en Francia. Los firmantes afirman que “nuestras instituciones culturales, como el arte y los propios artistas, deben permanecer libres para evitar la extinción”. Destacan la importancia de operar en condiciones que favorezcan el intercambio de ideas, aspecto esencial de su misión.

Entre quienes apoyan la carta se encuentran figuras como los artistas Éric Baudelaire, Camille Henrot, Thomas Hirschhorn y Pierre Huyghe; Emma Lavigne, exdirectora del Palacio de Tokio; Alexia Fabre, curadora de la próxima Bienal de Lyon; y la marchante de arte Jocelyn Wolff.


La discordia proviene de Sandra Hegedüs, ex miembro de los Amigos del Palacio de Tokio, quien criticó al museo por una exposición que, según ella, presentaba una visión unilateral de la lucha palestina. Hegedüs acusó al museo de promover narrativas que apoyan “ideologías despiertas, anticapitalistas y propalestinas”.

Por el contrario, Philippe Dian, presidente de los Amigos del Palacio de Tokio, afirmó que los visitantes no deberían criticar los temas elegidos por el museo. Guillaume Désanges, director del museo, defendió su papel de promover el diálogo y poner las cuestiones contemporáneas en su contexto histórico.

El debate atrajo la atención de los medios conservadores, y la revista de derecha Causeur acusó al museo de difundir “propaganda”. Este incidente marca la segunda gran polémica en el Palacio de Tokio en dos años, la primera en torno a un cuadro de Miriam Cahn, que dio lugar a acusaciones de promoción de la pedofilia, acusación rechazada por la justicia francesa.

La carta abierta también recuerda la disputa sobre el trabajo de Cahn como otro ejemplo de "focalización" de museos, destacando los desafíos actuales que enfrentan las instituciones para mantener sus mandatos educativos y culturales en medio de presiones políticas.

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